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ACCIDENTES

EL ACCIDENTE INDUSTRIAL MÁS GRANDE DE CUBA: INCENDIO EN LA BASE DE SUPERTANQUEROS DE MATANZAS

eltoque.com []

 

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Base de Supertanqueros de Matanzas luego de la extinción del fuego. Foto: Captura de pantalla

a Base de Supertanqueros está ubicada en el puerto de Matanzas, en el occidente de Cuba, y pertenece a la Empresa Comercializadora de Combustibles. Es la única de su tipo en el país y la principal instalación de almacenamiento y trasvase de combustible. 

El 5 de agosto de 2022, cerca de las 7:00 p. m., una descarga eléctrica provocó una explosión e inició un incendio de grandes proporciones en el tanque 52 que contenía 26 mil metros cúbicos de crudo nacional. Durante más de cuatro días el fuego se extendió y destruyó otros tres tanques. Más de una decena de bomberos involucrados en la primera respuesta a la emergencia se encuentran desaparecidos, presuntamente muertos después de cinco días de incendio; entre ellos jóvenes que cumplían el Servicio Militar. De manera oficial solo uno fue declarado fallecido. Unas 125 personas resultaron lesionadas. 

La gestión del siniestro demuestra que la empresa no estaba preparada para enfrentar una catástrofe de esta magnitud ni tenían los recursos necesarios. Sin embargo, las autoridades en un primer momento dieron a entender que la situación estaba controlada, aunque empeoró en los días siguientes. Este ha sido el accidente industrial más grande en el país con consecuencias humanas, ambientales y económicas aún por determinar. 

¿Qué características tiene la Terminal y Base de Supertanqueros de Matanzas?

La terminal fue construida a finales de la década de los ochenta con el apoyo de la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Cuenta con cinco muelles para recibir buques de hasta 180 mil toneladas y 20 metros de calado.

Es, además, el mayor punto de almacenamiento de varios tipos de combustibles —con una capacidad aproximada de 800 mil metros cúbicos— donde son almacenados hidrocarburos en diez tanques de 50 mil metros cúbicos de capacidad, ocho de ellos ubicados en el área norte, alineados y a una distancia aproximada de 50 metros entre ellos. En la zona este del lugar se ubican la base de crudo y suministro y la terminal 320 de productos claros, en la que se emplazan depósitos de capacidad inferior.

En 2012, con la ayuda de Venezuela y dentro del marco de los acuerdos de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), serepararon y recuperaron estos depósitos de gran volumen con el objetivo de lograr una mayor capacidad para el almacenamiento de crudo.

El sistema de montaje se basó en el empalme chapa a chapa, de piezas de entre 10 y 25 milímetros de grosor que, al quedar soldadas, conformaron un total de cinco anillos de 12 metros de altura por 74 metros de diámetro en cada tanque principal. El material empleado fue aluminio, por su resistencia a la corrosión en zonas costeras y la capacidad de reflejar los rayos solares. La norma cubana OIML R71:2002 pauta los requisitos generales que deben tener los tanques. 

Los depósitos fueron sellados con domos geodésicos —tapas o techos constituidos de estructuras ligeras de vigas y chapas también de aluminio con uniones atornilladas—, diseñados para conferir hermeticidad y disminuir las pérdidas por evaporación de los hidrocarburos.

¿Qué combustibles almacenaba?

 

La basese destina al almacenamiento y trasiego de combustible importado y también del que se extrae en la plataforma norte del occidente de la isla. El crudo cubano que allí se deposita se emplea, en lo fundamental, en las termoeléctricas, en las fábricas de cemento, y alimenta, además, las industrias de níquel y la aeronáutica civil.

Hasta la base llegan los hidrocarburos extraídos de los yacimientos de Varadero y de la zona del litoral norte entre La Habana y Matanzas, donde se produce casi la totalidad del crudo nacional. Al respecto, un estudio de las propiedades físico-químicas de los petróleos cubanos,publicado por la Revista CENIC Ciencias Químicas en su número 2 de 2021, evidenció que se trata de petróleos extrapesados, con altos contenidos de azufre y de asfaltenos.

Osvaldo López Corzo, jefe de Exploración de Cupet, explicó que de los más de 11 mil millones de barriles de petróleo que pueden producirse en Varadero solo se extrae el 6 % por las características del crudo. 

De los cuatro tanques afectados por el fuego, en dos se almacenaba crudo nacional y en uno, fueloil. El cuarto depósito se encontraba vacío en el momento en que fue alcanzado por las llamas. 

En la zona existe, también, un oleoducto que se extiende desde Matanzas hasta Cienfuegos, en el centro sur de la isla.

El gobernador de la provincia, Mario Sabines Lorenzo, aclaró que la Base de Supertanqueros acumula crudo nacional, fueloil, diésel y gasolina. También explicó que no existían en el lugar depósitos ni de alcohol ni de amoníaco.

¿Cuál fue la causa del incendio?

 

La explicación oficial es que el incendio comenzó por un rayo que impactó el tanque número 52. Algunas personas lo han puesto en duda; sin embargo, varias explicaciones y pistas apuntan a que es la causa más probable. 

Al consultar la base de datos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, se puede observar cómo el 5 de agosto a las 6:51 p. m. sobre esa área de Matanzas había alta actividad de descargas eléctricas. El meteorólogo cubano Elier Pila explicó cómo funcionan los sistemas de detección de tormentas.

También Rolando Isaac Nogueira Castro, bombero de profesión, explicó en Facebook que, «si alguien —intencional y locamente— hubiera deseado sabotear el tanque, hubiera muerto en el acto».

¿Cuáles son las normas vigentes con respecto a la seguridad de una instalación como la Base de Supertanqueros?

Desde 2013 están vigentes en Cuba los documentos que pautan cómo deben funcionar los sistemas de seguridad en instalaciones que manejan productos químicos peligrosos. El Decreto Ley 309 «De la seguridad química» y la Resolución148/2013 del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente «Reglamento sobre la gestión de los riesgos a la seguridad de procesos en instalaciones industriales con peligro mayor» norman las medidas de seguridad a tener en cuenta en instalaciones como la Base de Supertanqueros de Matanzas para prevenir una emergencia, y los protocolos de actuación en caso de que ocurra. Estos son rigurosos y conformes con las prácticas internacionales en la materia.

El jurista Michel Fernández, quien participó en la redacción de los documentos, contó a elTOQUEque, desde 2009, cuando se aprobó la Resolución 132 del Citma sobre impacto ambiental, se incorporó un componente con respecto a la seguridad en los procesos y las instalaciones que manejan productos químicos peligrosos. Pero no fue hasta después de aprobado el Decreto Ley 309 y la Resolución 148 del Citma, en 2013, que cambió el modelo desde el punto de vista de seguridad a un enfoque de autorregulación con control estatal. «Esto significa que no se le dice a la industria cómo debe manejar la seguridad, se le exige que tengan sistemas de gestión de la seguridad y se definen las instalaciones reguladoras que verifican su funcionamiento. En Cuba hay 12 instituciones estatales reguladoras vinculadas al tema».

Queda bien definido entonces que todas las instalaciones de peligro mayor —aquellas que manejan productos químicos peligrosos— deben contar con un informe de seguridad. Este consta de seis partes e incluye la identificación de los riesgos, la gestión, un plan de respuesta ante las emergencias y el mantenimiento, entre otros elementos, explica Amauris Betharte Chapeaux, exinspector de Seguridad Química. Además, en el caso del almacenamiento de sustancias peligrosas se debe analizar la seguridad de manera individual, para cada depósito y no solo la del lugar en general.

Sin embargo, «muchas de estas instalaciones existían antes de que comenzaran a regir las normas, por tanto, es imposible desde el punto de vista de la autoridad reguladora impedir el funcionamiento de las instalaciones; lo que se establece es un mecanismo para que estas instalaciones se vayan incorporando a la nueva forma de seguridad», aclara Fernández.

El informe de seguridad de la Base de Supertanqueros de Matanzas no se ha hecho público, por lo que se desconoce su contenido y el nivel de riesgos y de respuesta que tenía previsto. Tampoco ha sido posible saber la fecha de actualización del documento, si estaba aprobado y los resultados de las inspecciones realizadas por las autoridades reguladoras.

¿Se puede decir que hubo fallos en la seguridad?

Los procesos de implementación de las normas son costosos y llevan inversiones en equipos de seguridad y en sistemas de gestión de la seguridad para que sean efectivos.

 

En la práctica, explica Fernández, en muchas instituciones, al no tener los recursos suficientes, los procesos de implementación han sido muy limitados. Muy pocas instalaciones cuentan con informes de seguridad aprobados por las autoridades reguladoras. Muchas veces en Cuba no se define con exactitud quién es el responsable y quién tiene que poner los recursos para que estos sistemas funcionen; por otra parte, la autoridad reguladora no posee mecanismos para exigir más.

En los sistemas de gestión de la seguridad lo más importante es que el accidente no ocurra, un riesgo que debió identificarse era que la instalación podía ser golpeada por un rayo y por eso debía tener un sistema específico. Una vez que pasa el accidente, viene la respuesta a la emergencia y todo debe estar planificado. En este caso, parece indicar que no había un diseño de respuesta para el tipo de catástrofe y desde el primer momento se vio que la magnitud del accidente era superior a la capacidad de respuesta; lo cual trajo consigo la pérdida de la vida de las personas que intentaban aplacar el fuego. Siempre que ocurre este tipo de incidente es porque hay fallos, opina Betharte.

Queda pendiente de análisis posteriores el estado de los sistemas de seguridad, si estaban completamente certificados o no, si eran suficientes para el tipo de instalación, si hubo inversiones en los sistemas de seguridad, los ciclos de mantenimiento, y el conocimiento y la preparación del personal de respuesta inmediata ante la emergencia.

¿Qué características tenía el sistema de pararrayos?

El sistema de pararrayos debió ser la primera medida que evitara el accidente. El pararrayos es la pieza esencial del conjunto de protección contra el rayo y se utiliza para conducir de manera estable y segura una descarga eléctrica. Ninguno es 100 % infalible. El sistema funciona a partir del principio físico de la jaula de Faraday, que actúa como gran conductor hueco en el que se pueden colocar elementos para protegerlo de los campos eléctricos. Cualquier descarga eléctrica que reciba la jaula pasa sin provocar daños alrededor de su exterior.

El sistema está compuesto por varios elementos, entre ellos: sistemas de captación (pararrayos con dispositivo cebado o puntas Franklin y mallas), conductores de bajada, puestas a tierra, protección contra sobretensiones y otras medidas que minimicen los efectos destructivos del rayo (uniones equipotenciales, apantallamientos, etcétera). En su mayoría, está compuesto por materiales como aluminio y cobre que son altamente resistentes a la intemperie y al salitre. Sin embargo, las normas internacionales indican que deben ser revisados cada dos años.

En 2012, como parte de las acciones del mantenimiento capital de los tanques construidos en la terminal matancera, la Oficina de Representación en Cuba de la firma españolaAplicaciones Tecnológica S. A., junto a un equipo de ingenieros y proyectistas de su casa matriz, asumió la instalación de un sistema «de pararrayos (…) capaces de conducir a tierra y de forma segura la energía procedente de una descarga atmosférica», de acuerdo con el ingeniero Rafael Martínez Peláez, asesor técnico de la empresa ibérica en Cuba.

Fueron instalados sobre los domos, según lainformación oficial, e incluían un equipo de alta tecnología para la medición continua del campo eléctrico-atmosférico, el ATSTORM, un sistema experto local de alerta temprana para la prevención de riesgos derivados de tormentas eléctricas.

En teoría, aunque la estructura del domo de aluminio sirve para proporcionar el efecto de jaula de Faraday —si no hay vapores combustibles en la atmósfera debido a emisiones—, el sistema de pararrayos es una protección adicional. Además, el aluminio es seguro, pues no mantiene una carga estática y no chispeará, sino que disipará la descarga atmosférica. En principio, si el sistema de pararrayos fallara, la estructura de la cúpula podría funcionar como un segundo sistema de protección que podría evitar la ignición de los combustibles en el tanque. 

Para que ocurra un incendio, el rayo debe entrar en contacto con los vapores que genera el combustible almacenado. Las posibles causas por las que esto pudo ocurrir es que el sistema de pararrayos tuviera algún desperfecto, que la cúpula estuviese perforada o que el rayo accediera al interior del tanque mediante algún sistema de cableado de sensor, lo cual podría generar suficiente energía para prender el combustible y provocar una explosión. 

 

¿Quién y cómo se diseñó el sistema contra incendios?

Los ingenieros hidráulicos Eric Cabrera Estupiñán y Alejandro Alomá Barceló, quienes han modelado simulaciones en Sistemas Contra Incendios (SCI) en la industria del petróleo y en particular en la Base de Supertanqueros de Matanzas, explicaron a Periodismo de Barrio cómo funcionaba el sistema.

El sistema contra incendios fue diseñado por la Empresa de Ingeniería y Proyectos del Petróleo y estaba compuesto por sistemas fijos de enfriamiento y de extinción. Estos dos sistemas son distintos y cumplen funciones diferentes, el primero se activa de manera automática y el segundo de forma manual cuando lo decidan los bomberos. 

Uno de los peligros más importantes en los incendios en este tipo de instalaciones —y que ocurrió en este caso— tiene que ver con la radiación térmica derivada del incendio que puede provocar que se enciendan los tanques vecinos, por eso es fundamental enfriar los tanques y es para lo que se utiliza el agua. Sin embargo, los incendios de combustible no se apagan con agua, por lo que para lograr la extinción se utilizan otros componentes espumosos como la AFFF; pero es el personal especializado quien puede determinar cuál es el momento y la forma adecuada de utilizarlos. 

Los sistemas contra incendios se diseñan para dar tiempo a que lleguen los especialistas y la espuma no se utiliza desde el primer momento porque con un fuego muy intenso se evapora y no logra cumplir su función. En este caso, se trató de una situación atípica porque el fuego nunca fue controlado, explica Alejandro Alomá. 

Según los especialistas, el diseño del sistema contra incendios en la Base de Supertanqueros de Matanzas incluía:

 

  • Sistemas fijos de enfriamiento de tanque incendiado y tanques vecinos.
  • Sistemas fijos de extinción basados en cámaras de espuma y de pitones.
  • Hidrantes y monitores en la maya perimetral de los tanques.
  • Una estación de bombeo con cuatro bombas, dos principales y dos de reserva. Dos que trabajan con electricidad y dos que trabajan con diésel.
  • Una bomba Jockey que permite que se presurice toda la red, un sistema de suministro con dos tanques de 18 metros cúbicos de líquido de pulmogeno al 3 %.
  • Una reserva de dos tanques de 5 mil metros cúbicos de agua y dos cisternas de 1 800 cada una; todo interconectado al sistema de bombas de forma tal que puedan captar agua en todo momento. Esto estaba previsto para tres horas de incendio.
  • Una bomba en bahía por si hubiera necesidad de renovar la reserva y bombear agua de mar hasta los tanques.

 

Eric Cabrera, quien no se encuentra en Cuba, explica que, en 2014, el sistema estaba listo para su puesta en marcha con los estándares de normas NFP. Sin embargo, no le es posible saber si en el momento de la explosión todos los sistemas estaban operativos y cuáles de ellos pudo haber fallado.  

 

La Agencia de Protección Contra Incendios (APCI), con amplia experiencia en estos temas, es uno de los organismos reguladores en el país.
¿Qué recursos se han utilizado para extinguir el incendio?
En un primer momento, la estrategia para contener el incendio se basó en el enfriamiento de los tanques aledaños para evitar el colapso de estos y con ello el derramamiento de petróleo. Sin embargo, las autoridades cubanas reconocieron que la capacidad de bombeo era insuficiente. 
Dos de los factores más complicados, según los expertos extranjeros, era garantizar los niveles de agua necesarios y el aseguramiento eléctrico de los sistemas de bombeo.

Para evitar la propagación del combustible derramado se han creado diques de contención, una barrera física para evitar que los restos llegaran a la carretera y a la comercializadora de combustible.

Delegaciones de México y Venezuela viajaron a Cuba con cerca de 45 mil litros de espuma retardante y equipamiento especializado (bomba de agua de alta presión). Entre los insumos se cuentan ocho tanques de aire respirable con armadura, compresor, mangueras para el rack de aire autónomo y contenedores plásticos con accesorios.

El 7 de agosto llegó a la bahía de Matanzas el buque Bourbon Artabaze, una embarcación remolcadora que se encarga de proveer agua desde la bahía hasta los conductos. 

El Gobierno mexicano también dispuso el buque de apoyo logístico BAL-02 Libertador, perteneciente a la Secretaría de Marina (Semar). Junto con la embarcación llegó el personal especializado en casos de emergencia y ayuda humanitaria. Además, tiene un helicóptero Mi-17, habilitado con helibaldes para la transportación de grandes volúmenes de agua. Los helicópteros realizan lanzamientos de 2 500 litros cada uno. 

¿Quiénes son los responsables de la seguridad del lugar?

Son 12 las autoridades reguladoras en Cuba, y el organismo que coordina el informe de seguridad química es el Citma (órgano rector en materia de medioambiente y de seguridad en las instalaciones de peligro mayor). Pero el Decreto Ley 309 es claro. El responsable principal en una instalación de peligro mayor es el operador. No se puede desplazar la responsabilidad hacia otros sujetos que no están en el lugar y quienes solo se encargan de certificar o aprobar el sistema de seguridad por un período de tiempo, explica Fernández.

El accidente y la respuesta a este demuestra las fallas de los mecanismos reguladores para la seguridad de la industria en Cuba y una crisis estructural generalizada que se extiende a la gestión de instalaciones de peligro mayor y a otras áreas de desarrollo y servicios del país.

Los accidentes de esta envergadura son poco habituales, pero cuando ocurren sus consecuencias son catastróficas. Es por eso que, más allá del dolor, debe haber un proceso de investigación —que está regulado en la ley— para saber las causas y cuáles fueron los elementos que fallaron; ello servirá como lección y podría evitar que vuelva a ocurrir. Tanto en el decreto como en la Ley de Medioambiente está regulado el manejo de la información ante estas situaciones y la ciudadanía tiene derecho a tener acceso a la información.


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