¿Cómo construir una estrategia de Responsabilidad Social Empresarial coherente con tu giro de negocio?
blogs-gestion.pe [02/09/2015]





Los profesionales que trabajamos en Responsabilidad Social (RS) tenemos una idea clara sobre el tema: La RS de una empresa debe buscar gestionar SUS impactos económicos sociales y ambientales y gestionar expectativas de SUS grupos de interés.

Cita_1_CeciPost

Un estudio elaborado por la Universidad de Harvard1 concluye lo siguiente:

Según los resultados de este estudio las actividades de RSE de las empresas se dividen en tres ámbitos:

Imagen_Ceci2

1.  Ámbito 1 – Enfocándose en Filantropía: Estas iniciativas no están diseñadas para producir utilidades o mejorar el desempeño de la empresa, por ejemplo, las donaciones.

2.  Ámbito 2 – Mejora de la eficiencia operacional: Estas iniciativas logran beneficios ambientales o sociales a través del apoyo a las operaciones de la empresa, mejorando su eficiencia y eficacia; logrando -aunque no siempre- incrementar las ventas y disminuir costos o ambas. Aquí tenemos por ejemplo a aquellas que reducen el consumo de agua al mismo tiempo que se reducen costos, etc.

3.  Ámbito 3 – Transformando el modelo de negocio: Estas iniciativas crean nuevas formas de negocios específicas para abordar desafíos sociales y ambientales. Por ejemplo, en el proyecto Shakti de Unilever -que en lugar de mantener su modelo de distribución para llegar a lugares remotos- la empresa reclutó a más de 70,000 mujeres de las comunidades. De esta manera, se les proveyó de acceso a microcréditos y entrenamiento en técnicas de venta de puerta a puerta, así como en herramientas tecnológicas. Este programa logró (casi) duplicar los ingresos familiares y significó más de US$100 millones en  ventas; lo que ha generado que este programa sea replicado en otros países del mundo.

Propuesta: pasos para crear una estrategia de RSE coherente

 1.     Realizar un inventario y auditoría de las iniciativas existentes de RSE.

2.     Eliminar y alinear las iniciativas de RSE dentro de los tres ámbitos: La empresa debe reducir/eliminar iniciativas que no aborden problemas sociales o ambientales importantes relacionados a las operaciones, identidad y valores de la empresa. Esto no significa que solo se deba direccionar el presupuesto  en un área, lo que se trata es de priorizar en las más consistentes con el propósito de la empresa.

3.     Desarrollar indicadores para medir desempeño: Este paso es muy importante porque no todos los programas -en los tres ámbitos- buscan lograr mayores ventas o rentabilidad para la empresa. Una empresa DEBE medir los beneficios de sus iniciativas de RSE. Sólo así podrá juzgar si la inversión ha producido los beneficios sociales, ambientales y económicos deseados.

Cita_2_CeciPost

  4.     Coordinar iniciativas entre los tres ámbitos: Esto no significa que todas las iniciativas de RSE deben abordar el mismo desafío social o ambiental. Significa que juntas, ellas forman un portafolio coherente donde las iniciativas se refuerzan mutuamente y son consistentes con los objetivos de la empresa y sus valores. Es importante identificar las gerencias que las ejecutan y buscar qué iniciativas del ámbito de Filantropía pueda apoyar o reforzar a las demás del ámbito 2 y 3.

 5.     Desarrollando una RSE interdisciplinaria: Sería ideal que las empresas establezcan una posición donde una persona sea responsable de integrar todas las iniciativas de RS a lo largo de estos tres ámbitos, planificando y coordinando con las personas clave en cada una de ellas, para asegurar comunicación constante y alineamiento. Sin embargo, este tipo de coordinación es todavía precaria, y el amplio rango de objetivos detrás de las iniciativas de RSE en cada uno de los tres ámbitos sumado a la gran variabilidad en la gestión de esas iniciativas, constituyen las mayores barreras para muchas organizaciones.

Imagen_Ceci4

1 V. kasturi, Lisa Chase AND Sohel Karim, “The truth about CSR”, Harvard Business Review, January-February 2015

2 Michael Porter  y Mark Kramer, “La creación de valor compartido”, Harvard Business Review América Latina, Enero 2011