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ACCIDENTES

El Equipo de Investigación reconstruye el 95% de los accidentes

Hoy.es. Mérida. []

 

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La Guardia Civil cuenta en la Academia de Tráfico de Mérida con ocho personas que se consideran como los 'CSI del asfalto' Encajar todas las piezas del puzzle para obtener la imagen que más se acerque a la realidad, independientemente de valorar quién tuvo la culpa. Este símil podría servir para comprender la labor del equipo del Departamento de Investigación y Reconstrucción de Accidentes de Tráfico de la Guardia Civil, que trabaja en la Academia de Tráfico de Mérida, bajo el nombre de DIRAT. Existe otro equipo que está en Madrid. Este se denomina Equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico (ERAT). El departamento de Mérida tiene una doble vertiente. Por un lado, realiza una la labor docente, por la que se trasladan conocimientos y formación básica a los alumnos. Por el otro, está la labor operativa. Esta se centra en la reconstrucción de accidentes de tráfico propiamente dicha. De hecho, el 95% de los siniestros que llegan a estos despachos se reconstruyen de una forma totalmente fidedigna. Además, en la actualidad todos los casos están puestos al día. Hace un par de años los agentes tenían unos 20 informes encima de la mesa pendientes de analizar. Para trabajar, el equipo se basa en unas referencias que se han refundido en un libro de organización, por el que se rigen. Porque este equipo no investiga o reconstruye cualquier accidente de tráfico. El siniestro tiene que tener unas características determinadas. Por ejemplo, estudian los que tengan un elevado número de víctimas mortales, con más de tres víctimas mortales y con circunstancias poco claras, con un número elevado de pasajeros, donde estén implicados numerosos vehículos, que haya mercancías peligrosas. Pero sobre todo, los informes periciales de reconstrucciones de accidentes llegan a sus manos si existe controversia fundamentada en el curso de un proceso penal. Es decir, la mayoría de las reconstrucciones se hacen porque hay diferencia entre las conclusiones del equipo y las que aportan las partes. Por eso, el 90% de ellas llegan a través de instancias judiciales. El caso de Farruquito ha sido uno de los más sonados que se ha reconstruido en esta escuela. Actualmente, el equipo está compuesto por tres subgrupos, coordinado cada uno por un oficial. El responsable del departamento es el capitán Rafael Berguillo, que dirige el trabajo de siete personas: dos tenientes, dos sargentos, un cabo primero y dos guardias civiles. Un informe completo consta de tres pasos. Existe una fase de reconstrucción analítica, que es una reconstrucción matemática. Se lleva a cabo desde el punto de vista de la física, de la dinámica. Esto permite tener una horquilla de las velocidades de vehículos implicados para, a partir de ahí, comenzar a sacar conclusiones. Se hace también una reconstrucción secuencial-gráfica. Es decir, se trasladan todos los datos de una manera gráfica a la dinámica de un accidente. Esto aporta muchas conclusiones desde el punto de vista visual, por ejemplo, a un juzgado, que a través de aquí puede saber de la gravedad de una imprudencia. Por último, también se hace una simulación informática con un programa de diseño de reconstrucción. Para cualquier persona, esto es lo que tiene más impacto visual. Pero para el equipo es solo «la punta de lanza de todo lo anterior». Este es el resultado de la fase inicial, en la que se recogen los primeros datos que arroja un accidente de tráfico, lo que se conoce como la fase de atestado. Este equipo también lleva a cabo estudios de visibilidad, que tiene mucho que ver con algunos siniestros. No es lo mismo que un peatón que ha sido atropellado portara un objeto reflectante que si no lo llevara. Relacionados con los primeros, también se hacen estudios de evitabilidad. Estos demuestran en muchas ocasiones que muchos de los accidentes que se producen podrían haberse evitado. Tacógrafos, luces, ruedas... La interpretación de los discos de tacógrafos es otra de las funciones de este departamento, así como la emisión de informes del estudio de lámparas y de neumáticos, que también forman parte del trabajo del equipo de reconstrucción. Para reconstruir un accidente puede ser determinante saber si las luces se hallaban apagadas o encendidas o si los neumáticos estaban en buenas condiciones o presentaban algún deterioro. Una vez elaborado, el informe pericial se entrega en el juzgado como un documento en papel con los puntos anteriores. Además se le aporta un CD con una serie de enlaces que dirigen a partes concretas del informe y a las simulaciones informáticas. Se pueden incluir en los informes periciales vídeos aéreos grabados desde los helicópteros de la Dirección General de Tráfico para ver detalladamente el lugar donde ocurrió un accidente o también fotografías panorámicas del entorno. También se puede reproducir el mobiliario urbano, si hubiera vehículos en el lugar del suceso, señales de tráfico, daños en los vehículos implicados o restos de ellos, restos orgánicos, se analizan las lesiones que provienen de los informes de las autopsias e, incluso, encima de fotografías reales se simula con detalle lo que pasó.

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