Reparalia, empresa especializada en reparaciones y gestión de siniestros, ha analizado los principales aspectos de seguridad, higiene y depuración ligados a las piscinas, y las claves que permitirán un mayor ahorro energético y de agua durante la temporada. En España hay alrededor de 600.000 piscinas y la mayoría de ellas son de uso privado. Aunque las piscinas de los hogares inspiran siempre mayor confianza, en ellas se registra un alto número de accidentes evitables, como resbalones, cortes y heridas; y problemas de salud como alergias al cloro, lesiones dermatológicas o conjuntivitis y otitis. En la mayoría de los casos son causa de despistes pero, en muchos otros, del incorrecto estado en el que se encuentran las piscinas, que no garantizan la seguridad necesaria.

Frente al desconocimiento sobre la correcta instalación y mantenimiento de este tipo de espacios de ocio, Reparalia, empresa especializada en reparaciones y gestión de siniestros, hace un recorrido por los principales aspectos de seguridad, higiene y depuración, y descubre las claves que permitirán un mayor ahorro energético y de agua.

Poniendo a punto la piscina

Vaciado de la piscina: durante en invierno hay comunidades que no permiten vaciar las piscinas. Por ello, en función de dónde vivas, averigua qué norma se aplica en tu piscina. Reparaciones: si la piscina ha estado vacía durante el invierno, lo primero es revisar si hay que hacer reparaciones por fisuras o azulejos desprendidos, y arreglarlos. Para ello, es aconsejable usar epóxido, una masilla con altas propiedades adhesivas incluso al contacto con el agua. Limpieza a fondo: Para esto se utilizarán cepillos y ácidos que dependerán del tipo de piscina. Pero atención: lo que no se puede utilizar son jabones ya que producen efectos reactivos con el cloro y otros productos químicos. Conviene añadir al comienzo de la temporada de baño productos anti-algas. Revisión de la depuradora: Antes de llenar la piscina es importante revisar el estado de la depuradora, ya que ésta es la que limpiará el agua, así como la bomba y los filtros, que purifican y permiten su circulación. Se recomiendan 24 horas de filtración.