En rueda de prensa para la presentación de resultados, los máximos responsables de la compañía en España han asegurado que las inversiones servirán para mejorar la eficiencia y capacidad de sus plantas en España, entre ellas la de Tarragona, la principal del sur de Europa, a la que se destinarán 22 millones.

Parte de esos 40 millones servirán también para introducir más mejoras de seguridad y fiabilidad en sus instalaciones en el territorio español.

El consejero delegado de Basf España y máximo responsable de la actividad de Basf en el sur de Europa, Erwin Rauhe, ha explicado que las ventas del grupo en el primer trimestre del año fueron de 356 millones, un 14 % menos respecto al mismo período del año anterior, por la caída de la demanda interna pero principalmente, porque los tres primeros meses de 2011 fueron muy buenos, ha alegado.

Basf, cuya sede social en España está en Barcelona, cuenta con 11 centros de trabajo en España, nueve de ellos de producción, y su plantilla es de unas 2.100 personas.

Por segmentos, destaca el aumento de la facturación del 44 % que ha tenido Basf España en la división de 'Performance Products', gracias principalmente a la integración de la mencionada Cognis.

Rauhe ha dicho que espera que los resultados de 2012 se sitúen 'muy cerca' de los 'excelentes' resultados del año pasado, aunque ha alertado de la 'volatilidad del mercado'.

En 2011, España creció más que el promedio del grupo (17 % frente al 15 %), y en este sentido Rauhe ha afirmado que el área que recae bajo su responsabilidad, y que forman España, Italia, Grecia y Portugal, aporta más en ventas que toda Sudamérica, África y Oriente Próximo.

Según datos de Basf, el sector químico español aumentó su facturación el año pasado un 7,7 %, las exportaciones lo hicieron un 10 % y las importaciones un 11 %, mientras que a nivel mundial el grupo alemán aumentó sus beneficios un 36 %, hasta los 6.200 millones de euros.

El director comercial de Basf Española, Carles Navarro, ha explicado que la compañía continúa invirtiendo en innovación y que ha diseñado un film acolchado de uso agrícola, para cultivos como los melones, sandías o fresas, y cuya principal ventaja es que después de ser usado no se tiene que retirar, sino que se convierte en biomasa