Aguas de Huelva depurará los residuos que Repsol vertía en Matalascañas
Huelvainformacion.es [04/02/2012]
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La operación reportará a Emahsa unos ingresos de 300.000 euros anuales
La petrolera mantiene que los residuos son inocuos
La compañía Repsol ya ha encontrado una alternativa para realizar sus vertidos procedentes de las explotaciones de gas del proyecto Poseidón (Mazagón) tras recibir la prohibición del Ayuntamiento de Almonte para que dejara de utilizar la depuradora de Matalascañas.
La petrolera firmará un acuerdo comercial con la Empresa Municipal de Aguas de Huelva (Emahsa) que, una vez comprobada la idoneidad de la instalación, aceptará los vertidos de lo que la empresa denomina agua salina.
La petrolera pagará a Emahsa 1,1 euro por cada metro cúbico de agua que vierta a la red de depuración de Huelva lo que le reportará unos beneficios anuales cercanos a los 300.000 euros.
La decisión de traer los vertidos hasta Huelva en camiones cisterna se toma después de que se confirmara que la EDAR de Matalascañas era incapaz de tratar el residuo líquido debido a su alta conductividad.
Repsol llevaba vertiendo a la red de alcantarillado público de Matalascañas desde hace más de un año y tuvo que dejar de hacerlo ante las críticas surgidas desde los vecinos de la zona y las organizaciones ecologistas. Al detectar Aqualia un incremento importante de los niveles de conductividad, el Consistorio de Almonte puso fin al convenio que mantenía con la petrolera.
La compañía Transportes Iñaki ha informado, a su vez, que ha cesado los trabajos de transporte de aguas de formación para la empresa Repsol desde Mazagón a Matalascañas tras adjudicarse el concurso a la empresa RETRAOIL, que gestiona dichos transportes desde el mes de septiembre de 2011.
Parte de las aguas que se han vertido en la red pública de Matalascañas están siendo analizadas por el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil tras la detección de hidrocarburos.
Los olores a combustible fueron denunciados por los vecinos de Matalascañas, alarmados por la intensidad y cotidianeidad de los mismos.
Repsol mantiene que se trata de un vertido completamente inocuo para el medio ambiente y que la salinidad detectada se rebaja de forma importante al mezclarse con las aguas pluviales y fecales que discurren por las redes de alcantarillado.
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