El siniestro se produjo el pasado 31 de marzo sobre las cuatro de la tarde en la A-8, a su paso por Bilbao, en el enlace con la VSM, cuando el camión se salió de la calzada y tras golpear contra la valla bionda, quedó volcado en la vía.

Según las primeras investigaciones, el siniestro pudo originarse por un exceso de velocidad.

Este vehículo transportaba 24.000 litros de lignosulfonato amónico líquido, que no está considerado contaminante, y parte de esta carga quedó sobre la calzada.

Las tareas de retirada de este líquido y del propio vehículo hasta que la vía quedó practicable de nuevo se prolongaron durante doce horas, durante las cuales el tráfico fue desviado por diferentes carreteras, incluida la VSM.

El diputado de Desarrollo Económico, Imanol Pradales, ha explicado en Juntas Generales que por el lugar del siniestro transitan una media de 42.000 vehículos al día, de ellos 3.200 considerados pesados, y que en ese punto confluyen en la A-8 tanto la VSM como la BI-631, que procede del ramal de Miraflores y Miribilla, por lo que también se registran desplazamientos entre carriles.

Ha destacado también que en los seis días siguientes al siniestro, la institución foral mejoró el trazado, el firme y la señalización de la zona

El coste por las reparaciones ascendió a 146.786 euros, una cantidad que repercutirá en la empresa de transporte a través del seguro, como adelantó Radio Bilbao días después del siniestro.

El área foral también ha asumido los 962 euros que costó levantar la barrera de la Variante Sur Metropolitana (VSM), una vía que es de pago, para desviar el tráfico.