(Añade a la NP1007 datos de la Junta de Andalucía)., Cádiz, EFE La Guardia Civil ha imputado al gerente y al encargado de una planta de tratamiento de residuos por acumular, en parte de las instalaciones de la antigua Delphi, 5.000 toneladas de agua con residuos peligrosos de hidrocarburos y verter estos residuos sin autorización a la red de Puerto Real (Cádiz).

La operación, llevada a cabo en colaboración con la Delegación Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Cádiz, ha permitido imputar a los responsables de la compañía por delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente, según ha informado la Guardia Civil en un comunicado.

La investigación se inició tras detectar restos de hidrocarburos en la Estación de Bombeo de Aguas Residuales (EBAR) de Puerto Real, procedentes de las instalaciones de la antigua factoría Delphi.

El filtrado se habría producido a través de una arqueta de salida conectada a dicha red de saneamiento, que no debería funcionar desde el cierre de la fábrica, ya que para su funcionamiento se requiere que se accione manualmente una válvula de corte.

Los agentes se pusieron en contacto con la empresa para que justificase la presencia de hidrocarburos pesados en sus instalaciones y para que aportase la documentación sobre su gestión.

Al no obtener ninguna respuesta, procedieron a inspeccionar las instalaciones donde encontraron evidencias del vertido intencionado de residuos peligrosos, al detectarse nuevamente restos de hidrocarburos en la arqueta de conexión a la EBAR, que ya había sido limpiada por el Ayuntamiento de Puerto Real.

Los agentes confirmaron que no se trataba de un desvío accidental o fortuito sino intencionado, bien por descarga directa desde camión cisterna o desde los depósitos de la depuradora de la empresa que estaban en ese momento llenos de aguas oleosas.

Por otro lado, la Guardia Civil localizó en tres depósitos decantadores de gran capacidad 5.000 toneladas de agua con hidrocarburos con una altura aproximada de entre 5 y 6 metros.

Asimismo, los investigadores comprobaron que la empresa carecía de la autorización medioambiental para la gestión de esos residuos y que los depósitos decantadores se encontraban vacíos con anterioridad al alquiler de las instalaciones.

En caso de accidente, el vertido de las 5.000 toneladas de residuos peligrosos hubiera tenido unas graves repercusiones económicas, sociales y medioambientales, máxime al estar situado el almacenamiento en el Parque Natural de la Bahía de Cádiz.

Por su parte, la Junta de Andalucía ha informado en un comunicado de que la Consejería de Medio Ambiente está efectuando la evaluación ambiental del proyecto presentado por la empresa para la obtención de la Autorización Ambiental Integrada, trámite sin la cual la planta no puede iniciar la actividad.

Dicha tramitación, según la Junta, 'no ha concluido' y el proyecto, que contempla la creación de ocho puestos de trabajo, ha recibido 'un gran número de alegaciones' por lo que la empresa opera 'de manera ilegal'.