Llegada de Corrientes, se había instalado en el barrio Puerto de Quequén. Cerca de su hogar, una empresa de fumigaciones tenía un depósito de insecticidas agrícolas. Hubo más afectados y una protesta vecinal.

La indignación es profunda por estas horas en Quequén. Sus vecinos viven días de muchísima preocupación luego del fatal desenlace de Melina, una joven de 19 años oriunda de Corrientes que había llegado a esa localidad junto a su pareja, un efectivo de la Prefectura Naval recientemente ingresado a la fuerza. Ambos se instalaron en una vivienda del barrio Puerto y terminaron por sufrir una trágica situación.

A pocos metros de su residencia, desde la empresa de fumigaciones Shipinsuarence SA -que funciona en calle 507 Nº1645 (entre 534 y 536) y cuenta con habilitación municipal desde el 2007-, se ocasionó un derrame de productos químicos. La Municipalidad de Necochea reconoció que el lunes último recibió una denuncia por esta problemática, luego de varias explosiones producidas en las cloacas que llegaron hacer volar las tapas de las cámaras sépticas en las viviendas de la zona.

Según la fiscal que interviene en la investigación, Silvia Gabriele, en el depósito de la empresa había alrededor de 100 bolsas de Phostoxin, un fumigante que contiene fosfuro de aluminio, extraídas posteriormente del interior de la firma comercial. Aunque la primera autopsia no pudo determinar la causal del deceso, Gabriele aseguró que quedó en claro “que la joven no tenía ningún problema de salud”.

Melina falleció por un paro cardiorespiratorio agudo tras la descompensación que sufrió en la noche del lunes, lo que había derivado en su internación en el hospital Emilio Ferreyra. El examen médico indicó que tampoco hubo ni daño cerebral ni ningún otro órgano afectado. Mientras se espera el resultado de las pericias químicas, se cree que la joven llegó a su casa, -que estaba cerrada-, y aspiró los gases que habían copado todo el hogar.

Mientras Bomberos, Defensa Civil y personal de Sustancias Peligrosas realizaron mediciones de los gases residuales y anunciaron varios operativos de limpieza de las cañerías cloacales, otro numeroso grupo de vecinos debió ser atendido por presentar patologías posiblemente ligadas al producto que generó la contaminación. Pese a que las autoridades indicaron que no era necesario realizar una evacuación, algunas familias decidieron irse de sus casas. 

Este jueves, más de 100 residentes de Quequén indignados, decidieron marchar por las calles de Necochea hasta la municipalidad para exigir justicia y pedir explicaciones por el derrame acontecido. Con carteles y una bandera pintada con la leyenda “Phostoxin mata. Vecinos no dejemos que nos maten como a Melisa. Quequén en peligro”, los afectados no recibieron la atención de ningún funcionario municipal.

Durante la manifestación, denunciaron que desde hace dos años se hacen reclamos por contaminación y resaltaron que la normativa del 2009 del Ministerio de Salud sobre la prohibición del uso de fosforados, nunca llegó aplicarse en el distrito, una zona que ahora se define como preferentemente industrial y por la que pasan centenares de camiones que en sus cargas de cereal llevan, justamente, pastillas de fosforados.