La Comisión Europea aprobó el pasado viernes un paquete de iniciativas dirigidas a dar soluciones al problema del cambio climático, entre las que cabe destacar el objetivo vinculante de reducir un 40 % las emisiones de carbono de la Unión Europea respecto a los niveles del año de referencia (1990) y el aumento de la cuota de consumo energético de origen renovable hasta el 27 % para 2030.
En cuanto a este último objetivo, en 2020 será revisado con el fin de intentar elevarlo hasta el 30 %. En cualquier caso, el 27 % pactado el pasado viernes supone duplicar con creces el actual 11 % de consumo de renovables que realizan los países miembros, según cifras de 2012.
También quedó fijado por parte de los 28 un ahorro de energía del 27 % respecto a 2007, que se revisará en 2020 con la posibilidad de que se amplíe al 30 %.
Mediante la adopción de este paquete, que incluye una propuesta para que todos los Estados miembros ratifiquen el Protocolo de Kioto y un proyecto Directiva sobre el intercambio de emisiones de gases de efecto invernadero dentro de la UE, «la Comisión está cumpliendo con su responsabilidad de ejecutar el Protocolo de Kioto, antes de que se celebre en Johanesburgo, la cumbre mundial sobre desarrollo sostenible, Rio+10, en septiembre de 2002», destacan desde la Comisión Europea.
Por su parte, numerosas organizaciones ambientalistas han llamado la atención sobre el hecho de que las decisiones acordadas el pasado viernes son insuficientes para avanzar en los objetivos internacionales en materia de cambio climático.
Otro de los temas abordados fue el reconocimiento de España como isla energética, junto con Portugal, los países bálticos, Chipre y Malta), por lo que se aprobaron diversas medidas para tratar de remediar esta condición.
Así, los Veintiocho aseguraron aspirar a que en 2015 los Estados miembros puedan exportar a sus países vecino un 15 % de la energía que producen, una meta que por ahora será voluntaria y que se mantendrá en el 10 % para 2020. A pesar de poner sobre las mesa sus intenciones, no se cerró con cifras concretas ni con carácter vinculante.
Por su parte, Herman Van Rompuy, que está viviendo su última Cumbre al frente del Consejo, explicó que la crisis ucraniana «ha puesto de manifiesto la importancia» de avanzar en el mercado único energético, y que para ello se deben tomar decisiones a largo plazo.
El Gobierno español cuenta de momento con dos infraestructuras ya incluidas en la lista de proyectos de interés común de la UE, la interconexión eléctrica de alta tensión entre la localidad catalana de Santa Llogaia y la francesa de Baixás y la que une el Golfo de Vizcaya y Aquitania (Francia). Sin embargo, las aspiraciones de España pasan por que se reconozcan otras tres para conseguir alcanzar los objetivos de 2020 y 2030.
En la actualidad, el nivel de interconexión español es del 2,4 %, porcentaje que se podría duplicar para 2015 mientras se finalizan los proyectos.
Fuente: Comisión Europea.
