La empresa tuvo que pagar, diez años después y tras varios recursos, más de 300.000 euros por esas sanciones.

El vertedero industrial del Valle de Escombreras, se ha tenido que enfrentar en varias ocasiones a las denuncias de la Guardia Civil y de la Comunidad Autónoma por la gestión irregular de residuos peligrosos. Incluso ha sido sancionada por dichas prácticas ilegales. La Administración regional abrió en 2001 a la entonces gestora Trademed cuatro expedientes sancionadores tras denunciar el grupo ecologista ANSE que acumulaba, sin control, cerca de 4.700 toneladas de basura tóxica en el interior y los alrededores de su vertedero.

El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) ratificó posteriormente las sanciones a Befesa, que asumió la titularidad de la planta de gestión de desechos en el año 2003. Pero no fue hasta diez años después cuando pagó los más de 300.000 euros que le impusieron como multa.

A esos expedientes se le sumó en el año 2010 otro que la Comunidad Autónoma le abrió por similares circunstancias y al que finalmente la empresa tuvo que hacer frente.

Dos años antes, Befesa solicitó a la Consejería de Desarrollo Sostenible de la Comunidad Autónoma permiso para ampliar su capacidad de almacenamiento en sus instalaciones. Se lo denegó por considerar que no era conveniente la petición de utilizar un vaso de vertido de desechos inertes para enterrar residuos de tipo peligroso.

Incineradora

Tras ello, en 2010 proyectó junto a sus actuales instalaciones una incineradora de residuos industriales. Entonces, las asociaciones ecologistas de la Región, algunos partidos políticos, como Izquierda Unida, y los vecinos de Alumbres se levantaron contra ese plan. Recogieron centenares de firmas que remitieron a la Comunidad y tras cuatro años de lucha consiguieron que el crematorio no se hiciera. Todos los detractores de esas instalaciones argumentaron que el horno pondría en riesgo la salud de los ciudadanos y empeoraría la calidad del aire de Cartagena.