'Los vecinos fueron desalojados de sus viviendas por la cercanía del almacén de disolventes, barnices y productos químicos. El suceso obligó a cortar la carretera de Torrijos-Carmena'

Ayer, a las nueve de la mañana, Torrijos tembló. «Ha sido bastante fuerte. Los bidones explotaban», comentaban los vecinos, que abandonaron las viviendas ante el suceso. Unas explosiones pusieron en alerta a los vecinos de Torrijos, y más a los de la Travesía de la Churumbela, unas viviendas ubicadas a apenas 50 metros de una nave que amaneció entre llamas. El recinto, perimetrado por una valla, contenía barnices, pinturas y lacas, y posiblemente, según los servicios de emergencias, una sustancia contaminante como la nitrocelulosa, que obligó a activar el nivel más bajo de emergencia del Plan Territorial de Emergencias de Castilla-La Mancha (Platecam) en toda la provincia de Toledo. El fuego desencadenó un denso humo negro, que afortunadamente se dirigía hacia el campo en vez de orientarse hacia las viviendas. Precisamente, los vecinos se quejaron ante los medios de comunicación de que habían pedido al Ayuntamiento el vaciado de esta superficie por el riesgo por la cercanía con las casas.
El incendio se originó hacia las 9 de la mañana y trabajaron en él dotaciones de los bomberos del Consorcio Provincial de los parques de Santa Olalla, Toledo y Belvís de la Jara, así como medios de extinción del Ayuntamiento de Talavera, localidad ubicada a unos 50 kilómetros. Los agentes de emergencias calmaban las llamas lanzando agua desde dos autoescalas, que disolvió el intenso humo negro que se veía desde kilómetros de distancia. La posibilidad de intoxicación motivó que se fijara un perímetro de seguridad que impedía arrimarse al lugar del suceso, una pequeña nave industrial situada a las afueras del municipio, por el riesgo de una explosión. Se trata de un almacén que había pertenecido a la empresa de pintura ‘Topyr’.
La Guardia Civil cortó la carretera TO-1029, que conecta las poblaciones de Torrijos y Carmena, ante la intensidad del humo y la cercanía con el lugar de las llamas, pero fue reabierta hacia las 14 horas. Cinco horas después del incendio, se consideraba ya controlado el fuego, pero los agentes de emergencias seguían allí para rematar la extinción. La intervención dejaba un rastro de agua blanquecina que evidenciaba la toxicidad del material quemado.
Agentes de la Guardia Civil, Policía Local, Bomberos y Protección Civil componían el dispositivo especial para sofocar las llamas, que incluyó la disposición de una ambulancia en caso de heridas, circunstancia que no se produjo. Junto a ellos, se encontraban más de una decena de trabajadores de la cercana empresa Moldurera Toledana, que fueron desalojados de la fábrica.
 La Dirección General de Protección Ciudadana de la Junta desactivó el Platecam a las 14,20 horas. Se produjo por la evolución favorable de la situación de emergencia, tras el control del incendio de la nave de productos químicos. Por lo tanto, desde entonces, sólo quedaron dotaciones del Consorcio de Bomberos de la Diputación de Toledo pertenecientes al parque de Santa Olalla. Se retiraron entonces del lugar el resto de los agentes de extinción.
Los vecinos recordaban ayer que hace unos años se produjo otro incendio en esta nave y reclamaban que el Ayuntamiento debe obligar a trasladar el material. «No nos hacen ni caso», se quejaba una vecina.
El alcalde en funciones de Torrijos, Juan José Gómez-Hidalgo, manifestó hacia las 11,30 horas que la situación estaba controlada y replicó ante las críticas de los vecinos que se trata de una «opinión subjetiva». Así, agregó que la nave se construyó mucho antes de llegar él a la Alcaldía. «Hay que investigar qué causas lo han provocado. Si nadie pone una llama o una causa que lo provoque estas cosas no ocurren», manifestó el regidor municipal, quien ha abierto un expediente sobre este suceso.
Gómez-Hidalgo mencionó que se trata del segundo incendio en esta nave y apeló a los cuerpos de seguridad para que averigüen el origen de las llamas. «Lo más importante es que se ha actuado rápido y bien, y que los profesionales han cumplido con su misión. No ha habido en ningún momento una situación de peligro», dijo el alcalde en funciones, que permaneció varias horas en el lugar del suceso.