El sector químico español augura buenos registros de cara al futuro más inmediato tras haber sorteado con éxito los efectos devastadores que para otros ha tenido la crisis económica. Su volumen de negocio crecerá al final de 2016 hasta el 2,3%, de tal forma que la facturación se situará en 59.391 millones de euros. La tendencia alcista se mantiene, ya que aumentará un 2,5% en 2017, esto es, se alcanzarán los 60.579 millones de euros. Y ello, gracias al «notable» incremento, en un 3,3%, de la producción respecto al pasado ejercicio. La industria química parece haber encontrado la mejor fórmula para crecer, pese a que determinados factores amenazan con mitigar su eficacia, según advierten responsables cualificados.
Antón Valero aprovechó su reelección, esta semana, como presidente de la Federación Empresarial de la Industria Química Española (FeiQue) para hacer una radiografía del sector –la prueba confirma su buen estado de salud– y un diagnóstico que arroja muchas luces y alguna sombra. Los buenos augurios se sustentan, sobre todo, en «un notable crecimiento» del volumen de producción: un 3,3%, en 2016, y el 3% para 2017. Esto es, 7 décimas por encima de la previsión de crecimiento de la economía española realizada por el Gobierno –2,6%–, se felicitan desde la patronal. Todo ello, acumulando un incremento productivo del 14,2% desde el inicio de la crisis económica.