El Ayuntamiento ha detectado un «notable incremento» de las incidencias con el final de la temporada.
Con el final de la temporada turística el Ayuntamiento de Sant Antoni ha detectado «un notable incremento» de las incidencias relacionadas con el vertido ilegal de residuos. Por ello, desde el equipo de gobierno anunciaron ayer la puesta en marcha de una campaña para vigilar estos focos de contaminación, para tratar de identificar y sancionar a sus responsables.
El Consistorio explica en un comunicado que entre el incremento de irregularidades detectado destaca «el mal uso de los contenedores», donde se depositan restos de obra, mobiliario, electrodomésticos y otros residuos, asegura.
El Ayuntamiento recuerda que el abandono de este tipo de residuos está «tipificado como infracción grave en la ordenanza municipal de limpieza». Este mal uso se da sobre todo en puntos de recogida situados fuera de los núcleos urbanos «o en áreas a las que es fácil acceder en coche sin ser visto». Ante esta situación reiterada, los servicios de recogida de basuras han facilitado a la Policía Local un listado de las ubicaciones en las que se registran con más frecuencia este tipo de vertidos y los agentes realizarán vigilancias de paisano «para detectar y denunciar a los infractores».
El equipo de gobierno también solicita a los vecinos que detecten vertidos ilegales que los denuncien a la Policía o al departamento de Medio Ambiente, para que se incluyan también en el listado de ubicaciones a vigilar. En la nota se recuerda que las infracciones graves pueden conllevar sanciones que van de los 900 a los 45.000 euros. En el caso de abandono de residuos peligrosos, las multas pueden llegar a los 300.000 euros.
También se recuerdan a los vecinos la existencia del dos deixalleries, que cuestan 75.000 euros anuales al Ayuntamiento, en ses Païsses y Montecristo, donde se pueden depositar estos restos.