Las empresas especializadas en trincaje de mercancías consideran imprescindible realizar un estudio detallado de la carga y buscar soluciones a medida para cada tipo de envío, especialmente cuando se trata de mercancías peligrosas, para reducir los riesgos de accidentes y asegurar la integridad de los productos transportados.                    

La recuperación económica ha propiciado el incremento del sector logístico en general, que crece un 7,5% en noviembre de 2017 respecto al año anterior, según las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística. Con el incremento de la cifra de negocio no es casual que, cada vez más, el sector centre su foco en controlar la aplicación de las normativas vigentes para tratar de reducir incidentes durante todo el transporte marítimo, desde la carga, el trincaje y la estiba de contenedores, hasta el transporte y la descarga de los mismos.

Una sensibilidad presente especialmente en el transporte de mercancías peligrosas, recogidas por el código Marítimo Internacional de Mercancías Peligrosas (IMDG) que suponen un peligro adicional, por el riego a explosión, incendio y de contaminación medioambiental. Es por ello, que las consideradas mercancías peligrosas deben cumplir con una serie de requisitos, desde completar procedimientos documentales, hasta estar totalmente identificadas en los 4 costados del contenedor con el número IMO (UN) y la clase, que aporta información sobre la tipología de la mercancía y las características que presenta.

Dependiendo del tipo de mercancía, la normativa es más restrictiva, como el caso de las de clase 1, las mercancías explosivas, que deben cargarse en la proa del buque, directamente desde el camión, al finalizar el proceso de carga, de manera que se reduzca al máximo el tiempo en el puerto.

No obstante, independientemente del tipo de mercancía, uno de los principales problemas a la hora de transportar mercancías peligrosas en contenedores marítimos es la falta de control sobre los contenedores, dada la complejidad de inspeccionar todos los contenedores que transportan este tipo de cargas.

De este modo, tanto el proceso de trincaje del contendor, como la estiba en el buque, se convierten en puntos críticos esenciales para asegurar la integridad de la mercancía durante todo el proceso logístico. En este sentido, las empresas de trincaje con certificado de trincaje de Normativa IMO, como es el caso de Gesica, consideran imprescindible optar por empresas especializadas en este tipo de servicios. “Solo realizando un estudio de la carga y ofreciendo soluciones específicas a cada tipo de carga, se logra reducir considerablemente el riesgo de incidente en el caso del transporte de mercancías peligrosas”, afirman desde Gesica.

Mediante este tipo de estudios, se tiene en cuenta la mercancía a inmovilizar, el lugar, el tipo de transporte y la normativa específica a aplicar, para llevar a cabo trincajes especiales que disminuyan riesgos en el transporte de mercancías peligrosas, tanto de líquidos como de sólidos, preservando la integridad de las mercancías, de los buques y del entorno en general.