El crecimiento de la factoría de Barcelona le permitirá triplicar su
producción y ampliar su catálogo de productos
La empresa catalana Scharlab, fabricante de productos químicos de
laboratorio, ha invertido cinco millones de euros en la ampliación y
modernización de su planta química de Sentmenat (Barcelona).
'En estos momentos estamos produciendo 2.000 toneladas al año, que se traduce
en 800.000 unidades' precisa el presidente de la compañía, Werner Scharlau,
quien añade que esta ampliación les permitirá triplicar su capacidad de
producción. A estas instalaciones hay que sumar dos plantas de envasado que la
empresa tiene en Polonia y Tailandia.
La firma, que cuenta con un catálogo de 100.000 artículos, vende sus
productos en más de 120 países y cuenta con ocho filiales en el exterior, a
través de las que distribuye sus referencias. Hace 32 años empezó a vender
directamente al cliente final y actualmente cuenta con una red de ventas propia.
Tal y como apunta el presidente de la empresa, 'además de fabricar productos
químicos de laboratorio, también ofrecemos un suministro completo de material de
laboratorio'. Este es el modelo que quiere exportar a sus filiales, el de un
proveedor global y no un especialista.
Mercados exteriores
Tras cerrar 2012 con una facturación de 29 millones de euros, Scharlab espera
acabar este año con un volumen de negocio de 35 millones gracias al
comportamiento de los mercados exteriores.
'Desde que empezó la crisis, el mercado nacional ha caído un cinco por
ciento, que lo recuperamos en 2012, y este año esperamos que las ventas en
España se mantengan' apunta Scharlau. Mientras, por otro lado, el mercado
exterior ha crecido un 26 por ciento en el primer trimestre en relación al mismo
período del año anterior.
Más del 70 por ciento de la producción de la compañía se destina a la
exportación, según indica Scharlau. El objetivo de la ampliación de la planta
química de Sentmenat es aumentar la capacidad de producción para hacer frente a
la demanda de sus clientes.
Scharlab, que fue fundada en 1949 por el padre de Werner Scharlau, tiene como
principales clientes los laboratorios farmacéuticos -30 por ciento-, la
industria química, las universidades y los centros de investigación.