Detalle de una fuente en el paseo peatonal de Santa Mónica, uno de los centros neurálgicos de este lujoso barrio californiano. EFE/Fernando Mexía

25 de junio de 2013
MAITE BALLESTEROS. Corresponsal en Los Ángeles.- El Departamento de Aguas y Electricidad de Los Ángeles (DWP) construirá el centro de tratamiento de aguas subterráneas más grande de Estados Unidos para restaurar las aguas de uno de los mayores sitios de contaminación en el Valle de San Fernando.

Las instalaciones costarán entre $600 y $800 millones de dólares y restaurarán el bombeo de agua potable de los pozos contaminados de San Fernando Valley. Algunos de estos pozos fueron cerrados por el DWP en los años 80 como consecuencia del alto contenido de toxicidad de las aguas. Las dos nuevas plantas que se construirán permitirán que otros pozos similares, tras ser tratados, permanezcan abiertos.

La construcción de las plantas se iniciará en cinco años, según informó el DWP en un comunicado. Se espera construir dos centros de operación para el año 2022, que se encargarán de la producción de una cuarta parte de los 215.000 millones de galones que la ciudad consume cada año.

Una de las plantas se construirá en North Hollywood y procesará tres veces más agua por segundo como la mayor planta de tratamiento de agua subterránea existente en el mundo. El DWP construirá un segundo centro, un poco más pequeño, cerca de la intersección de las autopistas 5 y 170.

Las importaciones de agua del norte de California y de la Sierra oriental han disminuido el uso de las aguas subterráneas de Los Ángeles. Según declaró a los medios de comunicación James McDaniel, director de DWP, uno de los objetivos de la construcción de estas plantas es disminuir la importación de agua a la mitad de cara al 2035.

Tan solo la mitad de los 115 pozos de producción de agua subterránea en San Fernando Valley son utilizables como consecuencia de su alto contenido en productos químicos. Percloratos, nitratos o tricloroetileno que provienen de tintorerías, productos agrícolas, talleres de reparación de automóviles o depósitos de chatarra son los contaminantes más comunes que se encuentran en la zona.

El DWP tiene previsto perforar pozos de monitoreo en la región de California para identificar los contaminantes y desarrollar estrategias para su eliminación. Cada contaminante requerirá su propio proceso de purificación especializada.

Según The California Environmental Health Association, el cambio climático y la acumulación de residuos tóxicos podría poner en detrimento la salud de los ciudadanos de Los Ángeles por lo que esta iniciativa es imprescindible.