La tercera edición del Forum Química Sostenible, empresas innovadoras y competitivas (3SCICC Forum Química Sostenible), que se celebrará en Tarragona los próximos 28 y 29 de mayo, girará en torno a las soluciones que la química aporta y que facilitan o posibilitan la implantación de la Economía Circular. Empresas punteras presentarán nuevos procesos y productos químicos más eficientes, más seguros y más respetuosos con el medio ambiente. Así, “se trata de un foro en el que se abordará cómo acelerar la innovación en procesos y productos”, explica Cristina González, secretaria técnica de la Plataforma Tecnológica Española de Química Sostenible SusChem – España.

En esta ocasión, pretendemos trasladar a los asistentes que para hacer frente a las necesidades y desafíos del siglo XXI, en que la disponibilidad de recursos es cada vez más limitada y, en cambio, la población crece, hay un modelo económico que cada vez tiene más adeptos: la Economía Circular.

Este modelo se basa en la reutilización de productos y componentes y en la eficiencia de recursos y energía, por lo que conduce a mejoras sustanciales y duraderas en la gestión de los recursos. Es por ello que se presentarán las soluciones que proporciona la innovación en química sostenible y sus procesos, como son los nuevos materiales, nuevos sistemas de fabricación, gestión del agua, etc., son esenciales para desarrollar la Economía Circular.

A líderes industriales, responsables de I+D, científicos, responsables de marketing y responsables de innovación, no sólo de la industria química sino de toda la cadena de valor.

La química está presente prácticamente en la totalidad de sectores económicos y, por supuesto, en nuestro día a día. Es una fuente constante de innovaciones cuyas soluciones podemos aplicar en sectores muy diversos. Por este motivo, resulta destacable la presencia de otros agentes de la cadena de valor como parte fundamental del programa. Además, al celebrarse el foro en Tarragona, donde se encuentra el mayor clúster químico del Mediterráneo y del Sur de Europa, podremos ofrecer a los participantes la oportunidad de visitar, el día anterior al inicio del foro, relevantes instalaciones y centros.

Como decía, las soluciones que proporciona la innovación en química sostenible y sus procesos constituyen los pilares fundamentales para el desarrollo de la Economía Circular; el Fórum Internacional de SusChem-España presentará maneras de hacerlo posible. Durante los dos días de duración, los asistentes podrán conocer cómo aspectos relacionados con la reducción, reutilización, reciclaje o sustitución de materias primas críticas, tendencias en bioproductos y biorrefinerías, optimización de procesos o diferentes formas de valorización de subproductos e incluso el diseño pueden contribuir a la implantación de una economía circular resultando esto en una mejora de los beneficios de la empresa.

La Economía Circular, en la industria y la sociedad

La Economía Circular es un modelo económico que se basa en la reutilización de productos y componentes y en la eficiencia energética y de recursos. Así, se fundamenta en el diseño de productos que faciliten la separación de los componentes y su reutilización, generando el menor volumen de residuos posibles. También se basa en la definición de nuevos modelos empresariales en los que sea viable para el fabricante volver a fabricar y distribuir de nuevo sus productos. “La implantación de la economía circular como sistema organizativo supondrá mejoras sustanciales y duraderas en la gestión de recursos, lo cual repercutirá directamente sobre la industria y sobre la sociedad”, sostiene Cristina González.

Sin duda alguna. De hecho, el sector químico español es el principal inversor privado en I+D+i. Actualmente, para cumplir con los criterios de sostenibilidad que demanda la sociedad y la propia industria, es necesario trabajar con procesos ecoeficientes, en términos de recursos y energía, lo que permitirá a su vez minimizar los impactos medioambientales.

Sí, no podemos olvidar que la innovación desempeña un papel fundamental como elemento impulsor de la competitividad y del crecimiento socioeconómico. En el mercado globalizado en el que nos movemos, además, innovar no es una opción sino una condición imprescindible para ser competitivos. La innovación, en este caso de la industria química, supone el factor fundamental de diferenciación y por tanto del éxito.

Desde luego. Y desde hace mucho tiempo ya. De hecho, desde el sector se promueven dos iniciativas que pretenden precisamente esto: la Plataforma Tecnológica Española de Química Sostenible, SusChem-España, que el próximo año cumplirá 10 años, y el Programa Responsible Care, que el pasado 2013 celebró su vigésimo aniversario.

La química sostenible promueve una filosofía de producir más con menos: reduciendo el impacto ambiental de los procesos y sus productos, optimizando el uso de los recursos finitos y minimizando los residuos. La química sostenible puede garantizar la ecoeficiencia en todo lo que hacemos, tanto a nivel individual como sociedad en su conjunto. Muchas veces la sostenibilidad se asocia al punto de vista medioambiental, pero la química sostenible, es algo más que protección del medio ambiente.

Debe ser además capaz de generar empleo de calidad y mejorar nuestra calidad de vida. La química sostenible supone la base para la innovación necesaria para una economía competitiva, basada en el conocimiento y liderada por la industria. Pero toda esta apuesta por la innovación y la sostenibilidad no servirá de nada si estas soluciones no son aceptadas socialmente y si la industria no es capaz de dar respuesta a las necesidades de la misma.

Las tendencias

• Eficiencia energética y de recursos
• Gestión eficiente del agua
• CO₂ como materia prima
• Materias primas críticas
• Materiales de altas prestaciones para aplicaciones tales como la construcción
• Bioeconomía
• Valorización de residuos.

La sostenibilidad de la industria no es algo exclusivo de las grandes empresas, y más en un sector como el químico español, en el que más del 75% de su tejido empresarial está constituido por pymes. Es decir, las pymes son un agente clave que debe continuar adaptando sus procesos y productos para seguir siendo sostenible. Concretamente, la flexibilidad ante eventuales cambios resulta el factor más decisivo en este ámbito.

Es cierto que para acometer estos cambios es preciso realizar inversiones y no siempre resulta fácil, pero no sólo es cuestión de presupuesto. El empresario debe creer que la apuesta por la innovación y la sostenibilidad son los elementos fundamentales para aumentar su competitividad.

Los retos del sector y la sostenibilidad

La industria química contribuye a dar soluciones globales y sostenibles a un amplio abanico de retos sociales relacionados con la energía y el cambio climático, agua y alimentación, cambio demográfico y salud, mantenimiento de recursos naturales y protección del medio ambiente. Actualmente, apunta Cristina González, secretaria técnica de la Plataforma Tecnológica Española de Química Sostenible SusChem – España, para cumplir con los criterios de sostenibilidad que demanda hoy la sociedad y la propia industria, es necesario trabajar con procesos ecoeficientes ahorrando, por ejemplo, recursos y energía, al mismo tiempo que se minimizan los impactos medioambientales.

Entre los factores para impulsar el desarrollo sostenible de la industria química, destaca González, está el uso de recursos alternativos para lo que son estratégicos tanto los métodos que involucran fuentes renovables de carbón a partir de residuos agrícolas y biomasa como los métodos basados en el reciclaje de residuos: por ejemplo, en la industria de transformación de materiales el acceso a nuevas materias primas no críticas es esencial. Otro factor que impulsa este desarrollo proviene de la creciente demanda de aplicaciones de mercado a partir de materias primas de origen biológico.

Otro eje tractor del sector química actual es la energía, tanto por las aportaciones que esta industria puede hacer en el campo de la conversión y el almacenamiento como por el diseño y desarrollo de nuevos materiales más eficientes en aplicaciones de materiales inteligentes, nanomateriales, reducción de peso, propiedades mecánicas y térmicas etc.

Para González, desde un punto de vista de sostenibilidad económica, las empresas del sector químico deberán afrontar la situación de crisis actual, los altos precios del combustible y la competencia de países emergentes, con procesos más eficientes y productos más competitivos. A esta situación se une a corto plazo un esperado decrecimiento de la financiación de la I+D tanto de fondos públicos como privados, “por lo que aún más si cabe habrá que potenciar nuevos modelos de financiación para las empresas”.

Con estas perspectivas, el sector químico demanda una reducción de los costes de producción y un aumento de los rendimientos para poder satisfacer la demanda del mercado para lo que requiere de materias primas no críticas en grandes volúmenes y costes más sostenibles. Paralelamente, el mercado pide a medio plazo cada vez procesos más seguros de producción, gestión y uso, así como productos químicos aún más sostenibles con el medio ambiente.