Desde la entrada en vigor del Real Decreto 208/2005 sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión de sus residuos, mucho se ha escrito sobre la importancia de un correcto reciclaje de estos dispositivos. Algunos RAEE, contienen sustancias contaminantes como mercurio, plomo, y gases CFC. 

Las bombillas de bajo consumo, contienen vapor de mercurio. Un residuo altamente tóxico incluso, si lo respiramos cuando una bombilla se nos rompe en casa. ¿Sabemos qué hay que hacer cuando sucede? ¿Somos conscientes de la toxicidad de algunos elementos con los que convivimos? 

Una sola pila botón, puede contaminar hasta 600.000 litros de agua. Cuando no son tratadas en plantas de reciclaje especializadas, el mercurio, plomo, litio o cadmio pasan se filtran directamente a la tierra, provocando una contaminación que aproximadamente se prolonga durante 500 años.

Lo gases CFC, como el de las máquinas vending refrigeradas, precisan también de plantas de reciclaje especializadas donde les extraigan el gas y lo aíslen. Según algunos científicos, el efecto negativo de estos gases contribuye a la destrucción de la capa de ozono. 

Empresas como la Fundación ECO-RAEEs promueven en España el correcto reciclaje de los RAEE. ECO-RAEE’s lleva más de 8 años gestionando toneladas de residuos peligrosos. Para ello, cuenta con gestores y plantas de tratamiento de RAEE autorizados para el transporte y descontaminación de residuos peligrosos y no peligrosos. La elección de gestores y plantas no autorizados, implica un serio riesgo para el medioambiente y para las empresas con malas praxis ambientales. Ya que, desde hace tiempo, los gobiernos de las diferentes Comunidades Autónomas están llevando a cabo rigurosas inspecciones a empresarios para controlar, a quién entregan sus RAEE. 

Más información: www.eco-raee.com

Vía:  ECORAEE

Foto de  ECORAEE