-¿Qué puede aportar a una organización o institución un profesional de la responsabilidad social?
-Es un profesional que ayuda a la empresa a conectar y dialogar con sus grupos de interés; mejora las relaciones con los clientes desde una visión a largo plazo y desarrolla actividades que favorecen la integración de los trabajadores en su entorno laboral y social. Las investigaciones realizadas han demostrado que aquellas empresas que desarrollan adecuadamente la responsabilidad social corporativa (RSC) son más productivas y rentables en el medio y largo plazo.
-¿Ve posibilidades de que sea ésta una profesión de futuro?
-La RSC es un fenómeno que crece de forma exponencial, y harán falta profesionales especializados. Es muy positivo actuar de forma proactiva en responsabilidad social para mejorar la reputación y la competitividad de la empresa. Pero, también, hay malas prácticas que pueden perjudicar a la organización, mediante el uso de los medios digitales, con los consiguientes efectos negativos. En este sentido, la RSC es una forma de gestión que previene de malas conductas de los integrantes de la organización que puedan perjudicar su reputación.
-¿Hacia dónde camina la RSC en estos tiempos de cambios?
-Está virando hacia el concepto de valor compartido. Pone de manifiesto la labor de las empresas en la generación de valor no únicamente para los accionistas o dueños, que también ganan, sino en su entorno más cercano, ya sea trabajando con proveedores locales o desarrollando su actividad con la vista puesta en el beneficio a largo plazo. Los impulsores de esta nueva visión vienen a justificar este giro fruto de la crisis económica, poniendo el punto de mira en el rol de la empresa como dinamizadora de la economía, más allá de la labor del Estado.
-¿Estamos preparados para comportarnos como ciudadanos y consumidores responsables?
-La crisis ha tenido un efecto dual. Por un lado ha supuesto un freno a determinadas actividades de RSC que la empresa podría entender que eran un 'gasto' innecesario en el corto plazo; por el contrario, los malos comportamientos de determinadas entidades, señaladas entre los culpables de la crisis, ha llevado a las empresas a tratar de comportarse de una forma más ética. Como consecuencia de todo ello, los consumidores, especialmente los más jóvenes, han demostrado que tienen un comportamiento más responsable y demandan a las empresas que se comporten de idéntica forma.
-¿Cómo convencer a un empresario para que apueste por una gestión más responsable?
-Lo primero que hay que decir es que la gestión responsable no cuesta más dinero que una gestión irresponsable. Al contrario, desde hace más de cuatro décadas se ha demostrado que la gestión responsable redunda en más beneficios a medio y largo plazo. El cambio de enfoque es el plazo. La RSC supone la búsqueda del beneficio a medio y largo plazo, favoreciendo a los trabajadores, clientes y grupos de interés, que cuando perciban que la empresa les favorece, actuarán positivamente respecto a ésta; los trabajadores y clientes sintiéndose más identificados con la compañía, y los grupos de interés apoyando las actividades comerciales y no comerciales de la empresa.