“La falta de horizonte laboral en España está propiciando la salida de nuestros profesionales a otros países”

La Asociación Nacional de Químicos de España (Anque) y su homóloga alemana Dechema, han organizado recientemente en Madrid la Conferencia ChemH₂0 ‘Gestión Sostenible del Agua: La industria química marcando el paso’, en la que ha quedado evidente cómo la química desempeña un papel esencial a la hora de abordar todos los aspectos relacionados con el agua. Aprovechamos este encuentro para entrevistar al presidente de Anque, Ernesto Castañeda, y con ello hacer balance de las jornadas, conocer de primera mano la situación que viven los químicos en España actualmente y profundizar en los retos que debe enfrentar el sector.

La valoración final de la conferencia es muy positiva. Hemos contado con 113 inscritos, procedentes de toda Europa, y con ponentes de primer orden, tanto del sector público como del privado, lo que ha situado a la conferencia como una iniciativa de referencia en el sector del agua, un sector en el que existe un importante grupo de profesionales de la química trabajando en el desarrollo de nuevas tecnologías.

Pero estamos hablando de una primera experiencia que debe tener mayor recorrido. Tanto desde la Anque, como desde Dechema, pretendemos que estos encuentros anuales sectoriales, que se celebrarán alternativamente en España y Alemania, se conviertan en un referente dentro de la industria química. Con esta primera conferencia hemos puesto el nivel muy alto, y debemos seguir trabajando por mantener el compromiso y la calidad alcanzados.

Son muchas las ideas que nos han dejado las cerca de 30 ponencias que han dado forma a la conferencia. Si bien es cierto que hay un concepto que estuvo presente a lo largo del evento. Y es que parece claro que la creciente concentración de la población en grandes ciudades y la escasez de agua en determinadas zonas, son a la vez un reto y una oportunidad de desarrollo para la industria química, que exigirá de una estrecha colaboración entre los diferentes actores implicados, tanto públicos como privados.

Es evidente que la química y los químicos desempeñan un papel esencial a la hora de abordar todos los aspectos relacionados con el agua. Se trata de un sector estratégico en el que, sólo en Europa, existen 70.000 operadores, que emplean a 600.000 trabajadores. Sus inversiones en infraestructuras ascienden a 33.000 millones anuales en sus más de 3.500.000 km de tuberías de redes de distribución, 2.500.000 km en saneamiento y más de 70.000 estaciones depuradoras de aguas residuales.

Nuestro compromiso con Dechema se basa en la alternancia en la organización de las conferencias. Así, el año que viene se desarrollará en Frankfurt, si bien aún no están fijados el tema y las fechas de celebración.

“La recuperación económica española sólo será posible si urgentemente se emprenden políticas orientadas a mejorar la competitividad industrial”

El sector químico inició en 2010 un camino de recuperación con datos de crecimiento muy positivos, pero a finales de 2011, y a pesar de las buenas previsiones iniciales, se produjo una nueva caída productiva. Pese a esta ralentización, el sector sigue manteniendo una alta penetración en los mercados exteriores, donde se realizan más del 50% de las ventas, permitiendo mantener una cifra positiva de negocio. Pero, además, los químicos españoles presentan una gran flexibilidad de cara a la búsqueda de posibles empleos coherentes con su formación, lo que reduce los problemas laborales con relación a otros titulados superiores. No obstante, la situación en España sigue resultando difícil.

Otro factor que seguirá siendo clave para la recuperación es nuestra capacidad innovadora y tecnológica al acumular el 26% de todas las inversiones en I+D+i realizadas por toda la industria española en conjunto. La recuperación económica española sólo será posible si urgentemente se emprenden políticas orientadas a mejorar la competitividad industrial, lo que implica un marco normativo jurídicamente seguro para esta actividad; facilitar el acceso de productos e innovación a mercados exteriores; desarrollar infraestructuras de transporte de mercancías por ferrocarril, y crear un sistema energético más eficaz y competitivo entre otras medidas.

Mientras tanto, dada la enorme importancia que la inversión en I+D tiene para nuestro sector, es evidente que cualquier recorte supone un serio perjuicio para laboratorios y profesionales químicos.

Efectivamente, la falta de horizonte laboral en España está propiciando la salida de nuestros profesionales a otros países, particularmente del entorno europeo.

Es de suponer que su retorno a nuestro país será muy problemático incluso una vez superada la crisis. Es de temer que, como suele ser habitual, los mejor preparados serán los más reticentes a retornar a España.

En tiempo de cambio, de crisis... es más importante que nunca el compromiso, el mantener y potenciar nuestras fortalezas, el corregir nuestras debilidades, estar muy atentos a las amenazas y explorar en profundidad las oportunidades. El futuro de la asociación pasa por nuestra capacidad de análisis y actuación ante los múltiples retos que se nos presentan.

La industria química es un sector consolidado, que genera en España el 11% del Producto Industrial Bruto y cerca de 500.000 empleos directos, indirectos e inducidos. Su volumen de negocio anual alcanza los 55.000 millones de euros y es además el segundo mayor exportador de la economía española, y el primer inversor privado en protección del medio ambiente e I+D+i.

Al margen de magnitudes macroeconómicas, esta industria apuesta por seguir liderando la contribución al desarrollo sostenible ofreciendo respuestas a las necesidades más acuciantes de nuestra sociedad actual y futura. En el ámbito medioambiental, para seguir avanzando en la mejora continua de la protección de nuestro entorno, es necesario potenciar el reciclaje de residuos, el desarrollo de soluciones de eco-diseño y productos de valor añadido obtenidos mediante procesos eco-eficientes, todos ellos procesos donde la intervención de la química y su investigación resulta imprescindible.

Con esos datos y dado nuestro afán por seguir aportando soluciones sostenibles, confiamos no sólo en la recuperación del sector sino también en su capacidad de crecimiento, si bien es verdad que esta visión requiere la implicación de todos los agentes involucrados y en particular de la sociedad civil. De ahí el importante papel que debe jugar el Foro Química y Sociedad, del que Anque forma parte muy destacada.

Todavía no. Creo que hemos superado esa fase en la que se relacionaba la palabra ‘química’ con todo lo deplorable y perjudicial, pero aún no se ha llegado a que nuestros conciudadanos sean conscientes de que “sin química no hay vida”. Por ello el papel del químico en nuestra sociedad no está valorado aún en su justa medida.

Como le he comentado, sigue existiendo temor y desconocimiento en nuestra sociedad a todo lo relacionado con la química. De ahí que sea absolutamente necesaria la tarea de difusión y formación en el conocimiento de la ciencia y tecnología químicas.

La Química puede contribuir a dar soluciones globales a problemas relacionados con la energía y el cambio climático, agua y alimentación, crecimiento demográfico y salud, mantenimiento de recursos naturales y protección del medio ambiente, todos ellos parte de la Estrategia Europea 2020 y de la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología y de Innovación 2013 – 2020. Pero la aplicación de estas estrategias y planes de actuación requiere recursos económicos, pues de lo contrario su utilidad no pasa de la mera definición en un papel.

Desde la comisión de enseñanza de Anque se ha mantenido un elevado grado de actividad durante estos años pasados. Tras la siembra de una década de trabajo todo parece indicar que toca recoger frutos que se concretan en la incorporación en el ‘anteproyecto de ley orgánica para mejora de la calidad educativa’ de una carga docente en química más adecuada, dentro del CV de las enseñanzas de la ESO y Bachillerato.

Durante el año 2012 se prorrogó el convenio de colaboración en materia de formación permanente del profesorado entre el Ministerio de Educación y Anque. La formación y actualización del profesorado incide decisivamente en la calidad de la educación y así se señala en la exposición de motivos de la ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo. El Ministerio de Educación y Anque, unidos en el objetivo común de elevar la calidad de la enseñanza, colaboran para impulsar el incremento de la oferta de formación del profesorado y la realización de experiencias de innovación educativa. Este plan de formación está sirviendo de cauce de expresión de las inquietudes profesionales e intercambio de experiencias, tan necesarias en la vida profesional docente. El objetivo es la actualización cientí¬fico-didáctica de los profesores a través de las siguientes acciones concretas: Proporcionar recursos didácticos para las actividades de formación, y recursos y sugerencias para las programaciones de las áreas cientí¬fico-técnicas; Organización de Jornadas, Encuentros, Congresos entre los profesionales de la educación, creando un foro de encuentro y de discusión ante los retos educativos de este nuevo siglo. Este año los distintos recortes en los Presupuestos del Estado hacen que hasta la fecha no haya salido la convocatoria anual de ayudas para estas acciones, lo que no ha impedido llevar a cabo las actividades previstas.

Sin embargo, con todo y con ello, pensamos que la “formación química” proporcionada en el Bachillerato y, sobre todo en la Universidad, no ayudan a la consecución de los profesionales que desde Anque quisiéramos. Creo que el Plan Bolonia, tal como está diseñado y aplicado, no proporciona una formación suficiente a los profesionales en general y a los químicos en particular.

Debemos, por tanto, tomar decisiones para solucionar los conflictos arbitrando las actuaciones precisas que permitan dar respuesta adecuada a los problemas actuales y a las previsibles situaciones conflictivas que se puedan ir produciendo en otras asociaciones de ámbito autonómico, donde los síntomas no son alentadores. Es necesaria la reestructuración en dichas comunidades para abandonar los frenos que no permiten dar paso al motor del crecimiento. El desorden y la situación económica del país, las nuevas legislaciones en materia colegial, las modificaciones en los planes de estudio actuales, la pérdida de la mutualidad, la falta de renovación y la decadencia del espíritu asociativo entre los profesionales son otros aspectos claramente perniciosos para el asociacionismo, que se re¬flejan en la situación que atravesamos.

Prácticamente, todas nuestras asociaciones de ámbito autonómico integradas en Anque y la propia Anque desarrollan múltiples actividades de todo tipo y ofrecen numerosas ventajas de índole muy diversa. Sin embargo, no conseguimos hacer llegar esta situación, tal como quisiéramos, a nuestros colegas actuales y futuros, en buena parte porque la difusión de nuestra organización en las Facultades de Ciencias y de Ciencias Químicas deja mucho que desear, pues requiere una intensa colaboración entre los Decanatos, los profesores de esas Facultades y sus alumnos. Y eso lleva aparejado un trabajo adicional al de cada día que, hoy por hoy, resulta muy difícil de lograr.

Por otra parte, nuestros titulados químicos en ejercicio con una cierta antigüedad parece que hubieran perdido la fe y la ilusión por las asociaciones profesionales. Por desgracia, creo que muchos ni se preguntan las ventajas que la Asociación puede brindarles. De ahí ese paulatino decaimiento. Por ello, tenemos que ser mucho más activos en nuestra penetración y presencia en la sociedad. Debemos “publicitarnos” más y mejor.