Los accidentes mortales en el ámbito laboral se han reducido a un tercio en los últimos 20 años, periodo transcurrido desde la aprobación de la ley de prevención de riesgos laborales, que este domingo cumple dos décadas.

Un informe publicado por UGT con motivo del vigésimo aniversario de la ley muestra que el índice de incidencia de los accidentes laborales mortales, es decir, el número de muertos por cada 100.000 trabajadores, se ha reducido un 66,3% en este periodo.

En concreto, en el año 1995 el número de fallecidos en accidente laboral por cada 100.000 ocupados era de 10,1 casos, mientras que los datos de 2014 sitúan este índice en 3,4.

La incidencia de estos accidentes se ha venido reduciendo de forma gradual desde 1995, con la excepción de los años 1997 y 2002, en los que se registró un cierto repunte. No obstante, en el año 2013 este dato se mantuvo estable y en el pasado año subió una décima.

Además, el estudio de UGT muestra también un repunte de los accidentes mortales en lo que va de 2015, con un incremento interanual en términos absolutos del 4% hasta agosto.

En cuanto a lo que se refiere al conjunto de los accidentes laborales con baja, tanto si son leves, como graves o mortales, el índice de incidencia se ha reducido a casi la mitad, pasando de 6.060 siniestros por cada 100.000 ocupados en 1995 a 3.111 en 2014.

En este caso, tras la aprobación de la ley de prevención la incidencia de los accidentes laborales siguió creciendo durante seis años, hasta que en 2001 inició una senda de reducción mantenida hasta el año 2012, cuando marcó un mínimo con 2.948 casos por cada 100.000 ocupados, el único año en el que baja de las 3.000 víctimas. A partir de entonces, los siniestros han vuelto a repuntar tanto en 2013 como en 2014.

En el conjunto de estas dos décadas, UGT hace una valoración “positiva” de la ley, ya que ha introducido cambios favorables tanto en la gestión de los riesgos como culturales entre los agentes implicados.

En este sentido, destaca el “cambio de enfoque” en la regulación, que ha pasado de estar centrada en la reparación de los daños a enfocarse en la prevención.

En cuanto a la evolución de las cifras de la siniestralidad laboral, considera que “ha sido positiva, ya que se han reducido sus niveles comparados con el año 1995”.

Sin embargo, advierte que el sindicato está “expectante ante la evolución actual de las cifras” y considera “necesario y urgente trabajar a este respecto, con la finalidad de mantener la tendencia decreciente de los últimos años”.

Para lograrlo, el informe incluye una serie de reivindicaciones, como la necesidad de seguir avanzando en el reconocimiento de las enfermedades profesionales tras el “retroceso” de los últimos años que han hecho que esta materia “vuelva a niveles de 1999”.

Además, reclama que se “trabaje para garantizar la protección del trabajador en caso de incapacidad sobrevenida por riesgo laboral, garantizando el cumplimiento de la normativa en prevención de riesgos laborales”.

También apunta a la “necesidad de gestionar los riesgos psicosociales” y alerta sobre el crecimiento de los trastornos músculo-esqueléticos.

Asimismo, apuesta por establecer normativamente criterios objetivos para la calificación de los accidentes de trabajo y hacer públicas las sanciones por infracciones muy graves.

(SERVIMEDIA)