Red Enclau exige a las administraciones que exijan el balance social a las mercantiles

Alumnos en el curso de metodología del Balance y Auditoría Social de Valencia Levante-EMV

La Comisión Europea está en proceso de poner en marcha un medidor que calcule el impacto social de las empresas. Durante los últimos años cada vez son más las entidades que realizan una auditoría social „320 en España„, cifra que se prevé aumentar tras la aplicación de esta medida.

En el contexto de la nueva normativa de la Comisión Europea, la Red Enclau, una organización centrada en la financiación alternativa, realizó la semana pasada en Valencia un curso sobre la metodología del Balance y Auditoría Social orientado a la medición clara y transparente del impacto social de las organizaciones. «Lo que pretendemos es dar soporte en la construcción de un mercado social de proveedores y consumidores», afirmó el técnico de la entidad, José Redondo.

El impulso de las empresas por acogerse a la responsabilidad social no viene solo de la próxima ley y la exigencia de los clientes, sino que son varias las ventajas que la responsabilidad social ofrece.

Los indicadores que calculan las auditorías sociales sitúan con un 52,2 % a las mujeres empleadas en entidades que se ajustan a estas prácticas, mientras que en el conjunto de la actividad empresarial el equilibrio de género en empleo dista de esta realidad.

«Una reivindicación desde Enclau es que las administraciones empiecen a exigir el balance social a las empresas que contratan en la compra pública», explicó la presidenta de Red Enclau, Esther Roig, recordando que el impacto empresarial es triple: «social, medioambiental y económico».